martes, 20 de diciembre de 2016

SEMANA BLANCA: Campaña Escolar de Esquí de Fondo


     El alumnado de 1º y 2º ESO del IESO Joaquín Romera participará estos días en la CAMPAÑA ESCOLAR DE ESQUÍ DE FONDO y, en este enlace, podréis acceder a la información relacionada con la misma, así como a las fotos que iremos subiendo a lo largo de estos días. 

8 comentarios:

  1. Es una salida extraordinaria. No hay ninguna duda de como se lo están pasando por el reportaje fotográfico. Bravo.

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  2. Descripción semana blanca

    Partimos un domingo cerca de las 2 y media. La estación del autobus estaba llena y todos los padres y familiares se despedían de nosotros mientras el autobus arrancaba. Fueron dos largas horas y poco más de viaje, pero mereció la pena.

    Llegamos a las seis al Hotel Isaba, donde nos íbamos a alojar. Cada uno cogió su maleta y subimos por unas escaleras que había al lado de la puerta de entrada. Estas escaleras daban a un pasillo donde había butacas y allí, el recepcionista nos explicó las normas y los horarios del hotel y también nos dio la llave de la habitación. Era una tarjeta. Mi habitación era la 115 y la compartía con Estíbaliz, como unas semanas antes de ir, habíamos acordado. Era muy bonita, habia dos armarios grandes y blancos, y enfrente el cuarto de baño. Las camas estaban juntas y cada una tenía una letra sobre el cabezal: A y B. Y estas letras servían luego para cuando nos limpiaban las botas de esquí.

    Al día siguiente nos levantamos a las ocho y media y desayunamos en el comedor. Este día nos dieron leche sola, pero los siguientes, como nos quejamos, nos dieron colacao. Todo estaba muy bueno. Subimos en autobús hasta la contienda, que era una especie de cafetería, donde nos dieron los esquís, que tenían un número y eran los mismos toda la semana. Esquíar fue muy divertido a pesar de todas las caídas y para mantener mejor el equilibrio, jugamos a algunos juegos.

    Todas las mañanas nos levantábamos a la misma hora para ir a esquíar con nuestros monitores. Mi monitor se llama Xabi pero le llamabamos “el marmolero” porque según unos compañeros se parecía al de Mendavia, y a nuestro grupo nos llamabamos “los marmoleros” nos reímos mucho. Por la tarde teníamos diferentes actividades.

    El miércoles fue la fiesta de despedida, nos dieron un diploma nuestros monitores y proyectaron en la pared fotos que nos habían hecho esquiando, además pusieron muchas canciones. Yo estaba un poco triste porque me lo había pasado superbien, volvería sin dudarlo. El jueves a la mañana llovió, pero aun así tod@s subimos a la cuesta más grande y nos lanzamos hasta abajo para despedirnos de la semana. Y a las tres, todos volvíamos a estar en el autobus, pero sin nervios, ya no íbamos a descubrir algo nuevo, volvíamos a casa.

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  3. SEMANA BLANCA


    La semana blanca fue una salida que me gusto muchísimo , no solo porque estaba en el hotel con mis amigos si no porque también estuvimos haciendo muchos amigos de otras partes de Navarra, algunos hablaban euskera y nos lo pasamos muy bien intentando aprender algo. Bueno ahora os voy a contar como fue la semana blanca para mi.


    Lo primero de todo fue ir al hotel de Izaba , y como estaba muy lejos de Mendavia fuimos en autobús. El viaje fue muy divertido y todos estábamos muy nerviosos y emocionados por ver que pasaría en esta salida, como seria el hotel, los demás compañeros de otros lugares…


    Cuando llegamos al hotel pasamos dentro y nos explicaron como iba a funcionar, los horarios de las comidas, como se abrían las habitaciones… después de eso yo y mi compañero pablo entramos en nuestra habitación y la exploramos. Descubrimos que nos habían quitado la tele , la cocina, el frigorífico…Pero daba igual porque la habitación era muy acogedora y las camas bastante cómodas.

    Esa noche, como era la primera fue la que mas hablamos, nuestra profesora bajo a decirnos que bajáramos el tono porque estábamos contando chistes y nos reíamos muy alto.


    A la mañana siguiente nos despertamos, nos vestimos y bajamos a desayunar. El desayuno fue bastante raro, porque no nos pusieron colacao. Después de desayunar volvimos a las habitaciones para ponernos la ropa de esquí e ir a la montaña a esquiar. El primer día fue bastante difícil, por lo menos para mi porque me caí un montón de veces.

    Cuando volvimos de esquiar fuimos directos a comer, aunque la gente dijera que la comida estaba mala a mi me gusto.





    Por la tarde fuimos al cine y después del cine estuvimos un rato por el pueblo haciendo amigos, algunos de mi clase hicieron mas que amigos. Mas tarde fuimos a cenar y después de la cena fuimos a las habitaciones, estuvimos en las habitaciones de los demás hasta que dijeron las profesoras que fuésemos ya a la cama, esa noche nos dormimos antes porque habíamos madrugado y estábamos cansados.

    Por la mañana volvimos a hacer lo mismo que el día anterior solo que esta vez si que nos pusieron colacao. Estuvimos esquiando por la mañana y ya se me empezó a dar mejor.

    Cuando llegamos fuimos a comer y después tuvimos rato libre para estar jugando por el pueblo y hablar con los demás chavales de otros pueblos. Mas tarde fuimos al valle del roncal, nos enseñaron un museo e hicimos una jincana. Por la noche salimos un rato y luego volvimos al hotel, esa noche pablo y yo estuvimos hablando de cosas nuestras, aunque nuestra profesora, que dormía encima lo oyó todo.

    Por la mañana, de nuevo, volvimos a hacer lo mismo, desayunar e ir a esquiar. Ese día fue de los más divertidos porque ya empezamos a tirarnos por cuestas mas grandes.

    Como siempre fuimos a comer y nos dejaron rato libre. Después del rato libre fuimos a la fiesta de despedida, y aunque no pusieron la canción de txus que fue la que pedimos, nos lo pasamos bien.

    Al llegar al hotel tuvimos que recoger basura para poder salir por la noche porque uno de nuestros compañeros incumplió una norma por amor.

    Al final pudimos salir, y después nos fuimos a dormir.

    El ultimo día de esquí fue el mejor era el día que mas nos tiramos por las cuestas y nos lo pasamos super bien.
    En la despedida nos pusimos un poco tristes y después nos montamos en el autobús y nos fuimos de vuelta a Mendavia.

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  4. DESCRIPCIÓN SEMANA BLANCA

    Nada más llegar a la parada del autobús con mi maleta, empezaron a venirme los nervios y las ganas de partir. Todo el mundo estaba con sus padres y sus maletas. El autobús llego, y rápidamente nos pusimos en la fila para poder entrar y pillar el mejor sitio. No pude despedirme de mi padre con las prisas.
    Después de un largo viaje y con unas preciosas vistas, llegamos al hotel de Isaba, allí, el recepcionista nos explicó las normas del hotel y los horarios que íbamos a tener a lo largo de la semana, también nos entregó las llaves de las habitaciones que eran unas tarjetas. En mi habitación me tocó con Iván, cosa que habíamos decidido nosotros dos unos días antes. Las habitaciones eran pequeñas pero algo bonitas, aun así no me gustaron mucho porque el cuarto de baño no tenía pestillo y la televisión nos la habían quitado, lo se porque había enchufes para esta.
    Nos dieron un tiempo para deshacer las maletas y luego los profesores nos hicieron salir para jugar un poco entre todos y para ir a recoger las cosas de esquí (botas, esquís y bastones). Esa noche me gusto la cena que nos sirvieron, pero la comida de los demás días no mucho. Y tampoco dormí muy bien a lo largo de la semana, la primera noche fue la peor.
    Todas las mañanas íbamos a esquiar, era muy divertido y por las tardes nos daban tiempo libre para ducharnos y para salir por Isaba a conocer gente de otras escuelas y a comprar chuches u otras cosas si es que teníamos dinero. También nos llevaban de visita a diferentes lugares, como al cine y al museo del Roncal y al de Gallarre. El martes hicimos una yincana en la cual nos dijeron que si perdíamos, tendríamos que cantar y bailar en la fiesta del miércoles. Al final, ni canto ni bailo nadie. Por la noche todos los de Mendavía nos reuníamos en una sala del hotel sobre las 22:30 para hablar sobre lo que íbamos a hacer al día siguiente. Y a las 00:00 cada uno teníamos que estar en nuestras habitaciones en silencio.
    Y por último, llegó la fiesta el miércoles por la noche, nos lo pasamos muy bien escuchando música, algunos bailando y viendo las fotos que se habían hecho a lo largo de la semana. Nuestros monitores nos dieron, también, unos diplomas de esquí. El jueves por la mañana esquiamos en plena lluvia, más tarde comimos, hicimos nuestras maletas y nos subimos en el autobús de vuelta a Mendavia. De camino dejamos a Trini en Pamplona. Y por fin, llegamos a Mendavia donde nos esperaban nuestros padres. ¡Adiós semana blanca!


    VÍCTOR ELVIRA 2.A

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  5. LA SEMANA BLANCA

    Todo empezó un domingo, pero no uno cualquiera, un domingo por el que habíamos esperado tanto, un domingo por el que teníamos tantos nervios y un domingo, por el que teníamos tanta ilusión, y por fin llegó el 18 de diciembre. Nos subimos al autobús impacientes por llegar lo más rápido posible, yo no podía parar de imaginar cómo iba a ser todo, desde el hotel hasta la experiencia de esquiar, y mientras yo estaba entretenida con mi imaginación, nos íbamos acercando cada vez más y al cabo de dos horas y poco, llegamos a nuestro destino.

    Cogimos las maletas y las subimos por unas pocas escaleras ( que se me hicieron interminables) y entramos a un pasillo con asientos dónde nos explicaron cómo iba a funcionar todo durante la semana, y donde también nos dieron las tarjetas para abrir nuestras correspondientes habitaciones. Mi compañera de habitación y yo, al tener la tarjeta en nuestras manos, echamos a correr a buscar la número 112, ¡ tuvimos que introducir la tarjeta dos veces! (porque de lo nerviosas que estábamos nos temblaba la mano).

    Abrimos la puerta, y en lo primero que nos fijamos fue en el fondo de la habitación, donde estaban dos camas de noventa, cubiertas por unas colchas azules con lunares amarillos, a sus lados, estaban dos mesitas de noche y en frente de estas, una mesa, en la que se veía que habían quitado los cables y la televisión, a su izquierda había un pequeño balcón, cuya puerta no cerraba bien y nos entraba frío, el armario se encontraba nada más abrir la puerta, a la derecha, era grande y blanco y ahí guardamos nuestra ropa durante toda la semana, y enfrente de este, estaba el baño.

    Tras observar con detalle la habitación fuimos a contárselo a las demás y todas estábamos muy contentas. Rápidamente nos pusimos el abrigo y fuimos a coger nuestras botas, los skis y los bastones con los que íbamos a esquiar durante toda la semana. Mientras esperábamos empezamos a hablar con la gente que había por allí de otros pueblos, y nos hicimos algunas amigas. Cuando finalizó nuestro tiempo libre fuimos a cenar al hotel y por suerte nos pusieron un gran trozo de pizza, que estaba deliciosa. A la noche, nos reunimos todos para que nos dijeran los horarios de todo el día y después, nos juntamos mis amigas y yo a comer golosinas y a pasar un buen rato juntas. Pero para cuando nos dimos cuenta, nos teníamos que ir a dormir y así lo hicimos. Por suerte, yo me dormí súper rápido y al día siguiente estaba llena de energía.

    Bajamos a desayunar y nos pusieron leche sola, porque teníamos que hacer una dieta de los esquiadores, y todos estaban protestando, todos menos yo, que me había llevado mi sobre de Nescafe y de azúcar. Al terminar nuestros desayunos, subimos a las habitaciones para prepararnos para esquiar. Por primera vez me puse un traje de esquiar y nos dirigimos al autobús , que nos llevo hasta la montaña, dónde conocimos a nuestra monitora y a nuestros compañeros. Cuando me puse los skis , me sentí bien, contenta, y con ilusión de aprender. Me caí mucho, pero que mucho y hasta que no aprendí a levantarme, me quedaba media hora en la nieve intentando levantarme hasta conseguirlo. Durante los días aprendí a subirme a unos skis, a frenar, a girar y a bajar cuestas. Y acabé el campamento superando mi objetivo, pasándomelo genial (con ataques de risa por las caídas) y aprendiendo a esquiar. El último día nos tiramos por cuestas grandes y no me caí, pero algunos de delante sí, por lo que tenías que pasar con cuidado girando para no caerte encima.

    Me llevé una bonita experiencia de este campamento, y sin ninguna duda, volvería en cualquier momento.

    AINARA IBARRA 2º A


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  6. DESCRIPCIÓN DE LA SEMANA BLANCA

    Eran las cuatro y media de un 18 de diciembre. Un grupo de niños con sus respectivas maletas abarrotaban la calle y se dirigían a un largo y marrón autobús en el que se podía leer “Gurrea”. Pocos minutos más tarde en aquella misma calle ya no había ningún niño, lo que en esos momentos se podía observar era una enorme multitud de padres y madres balanceando sus manos como signo de despedida. El alumnado de 1º y 2º del IESO Joaquín Romera empezábamos una nueva aventura con los institutos de Berriozar y Noáin.
    Los primeros minutos de aquel viaje fueron muy animados, pero conforme iba pasando el tiempo la gente cada vez se aburría más. Llevábamos una hora aproximadamente cuando de repente el autobús paró. A lo lejos se veía una persona con su maleta, se dirigía hacia nosotros, era Trini, una de los tres profesores acompañantes. En cuanto entró al autobús hizo su famosa señal “ding dong ding” y una vez que se hubo sentado el autobús se puso en marcha de nuevo. Pasado un tiempo, en la carretera se veían curvas muy cerradas. Todos sabíamos que habíamos llegado a un puerto. Terminaron las curvas, pasamos varios pueblos y por fin llegamos a nuestro destino, Isaba.
    Al bajar del autobús, un señor nos esperaba en la puerta del hotel, el recepcionista, que nos dijo las normas. Los profesores nos repartieron las habitaciones. A Madhú y a mí nos tocó la 116, en frente de Olaia. Cuando terminamos de ordenar toda nuestra ropa, hicimos distintos juegos con los profesores, y enseguida llegó la hora de cenar. Para empezar bien nuestra estancia, de cenar había puré y pizza casera. A las diez y media nos reunimos en la sala de la televisión para que los profesores nos explicasen las actividades del día siguiente. Por la mañana fuimos a esquiar, mi monitor se llamaba Alfonso, aquel día aprendimos lo básico. Las actividades de la tarde era lo que menos me gustaba y por ello recuerdo pocas. El segundo día por la mañana, repasamos todo lo que habíamos aprendido el día anterior esquiando. Después de dos horas, llegó el momento que tanto deseaba, almorzar. Por desgracia el dietista nos quería mantener a raya, el bocadillo era pan integral, una triste loncha de queso y otro trozo de pan integral, con su correspondiente trozo de fruta. Una vez que terminamos de almorzar nos pusimos de nuevo a esquiar. El tercer día estuvo más emocionante, a cada miembro de mi grupo los ejercicios cada vez les salían mejor. Aquel día, Alfonso dijo que teníamos suficiente capacidad para tirarnos desde una gran cuesta en la cual cogías mucha velocidad. Cuando me tocó tirarme, me impulsé con los bastones, flexioné las rodillas y … caí de cabeza a la nieve rodando hasta abajo. El miércoles 21 fue el día más divertido. Nos volvimos a tirar por la cuesta pero desde un poco más arriba. Por fin se notó que llevábamos cuatro días esquiando, no me caí ninguna vez. Por la tarde en la discoteca todos empezaron a bailar, pasaron dos horas, llegaron los monitores y nos entregaron nuestro respectivos diplomas. El jueves 22 fue el último día que hicimos la larga caminata llevando los pesados esquís en brazos y último día que esquiaría. Para terminar bien la semana nos tiramos desde una cuesta mayor todavía, en la cual alcanzabas una velocidad de vértigo. Sin duda fue un gran día, una maravillosa semana y una experiencia inolvidable.

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  7. SEMANA BLANCA
    La semana blanca es una experiencia increíble y muy bonita, nosotros nos lo pasamos muy bien.
    El primer día fuimos al hotel y nos instalamos, después fuimos ha recoger el material de sky y nos marchamos de nuevo para el hotel.
    Los demás días a la mañana ivamos en autobús a las pistas para esquiar y a la tarde teníamos actividades y rato libre.
    Mi compañero de abitación era Sebi, con el pase buenos ratos en la abitación.
    Los ratos libres fueron los mejores ratos del campamento para mi, porque era cuando nos juntábamos con los otros colegios y además te reías mucho con lo que hacia Martínez que no tenia vergüenza a nada.
    En la discoteca también nos lo pasamos muy bien bailando y haciendo el tonto pero faltaban las canciones que pedimos Martínez y yo.
    Se nos hizo corto el tiempo pero lo bueno es que lo disfrute muchísimo con unos grandes amigos.

    SE GOZO...

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  8. Durante la semana blanca en Mendavia, los dias fueron muy raros. La mayoria de gente que
    no habia ido a la nieve tampoco habia venido a clase. Y, los que vinimos no podiamos avanzar temario porque faltaba mucha gente.

    Durante esta semana en las horas de lengua estubimos hablando sobre que podrimos hacer
    en ese tiempo,al final decidimos hacer una descripción que al final no nos dio tiempo a hacer. Tambien al principio, los dos primeros dias nos confundimos porque no sabiamosi teniamos que seguir el horario de 2ºA o de 2ºB. En tegnologia nos dedicamos a terminar el tangram que ya teniamos empezado.En ingles hicimos fichas de repaso y refuerzo.En fisica y quimica fuimos al laboratorio a hacer experimentos con las sustancias que habia y la electricidad.Y, durante las horas de frances nos juntamos con los de taller de alimentación saludable y vimos un documental sobre la obesidad.

    Fue una semana un poco rara pero muy divertida y amena

    Natán García 2ºA

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