Borracheras con daños irreversibles
"La droga no mata, mamá", le dice sentando cátedra -eso cree- una adolescente a su madre, que la mira estupefacta, durante una conversación a la puerta del colegio. Sí, sí mata. Y a menores de su edad sin ir más lejos. El pasado martes fallecía una niña de 12 años en Madrid tras consumir junto a sus amigos una botella de ron y de vodka durante un botellón.
Mi punto de vista es que en esta vida que solo es una se puede probar de todo, ya que hay que experimentar y disfrutarla al máximo, pero siempre con control y con cierto cuidado, porque de algo hay que morir, sí, pero cuándo ya no nos quede por ver más mundo. Esa es mi opinión. Naiara Valerio Solera
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